viernes, 5 de junio de 2015

¿Ni una menos? Una vergüenza nacional...

   A propósito de la movida nacional realizada el día miércoles 03, reproducimos a continuación un artículo publicado en INFOCATÓLICA por Ma. Virginia Gristelli.
    Lamentablemente, en Mendoza y aquí mismo en San Rafael, se hizo la marcha. Gracias a Dios y al sentido común que todavía se hace lugar entre la idiotez generalizada, no fue significante, ni el número de participantes ni la repercusión social. Sin embargo, en el lenguaje cotidiano, ya se están instalando ciertas expresiones ideologizadas, que encubiertamente van erosionando la familia. 
   Lamentablemente, una vez más se sintió el silencio de los pastores (salvo algunos sacerdotes) que debieran haber alertado a sus fieles y condenado el verdadero motivo de la marcha, tal y como las mismas organizadoras lo expresaban: la legalización del aborto, es decir el ASESINATO MASIVO DE NIÑOS NO NACIDOS. Más bien, la Conferencia Episcopal Argentina, en un acto de inaceptable perfidia, alentó y felicitó a las organizadoras anti - violencia femenina, que dicho sea de paso, son las mismas que nos tiran sillas, nos insultan, golpean, rayan nuestros templos, se desnudan, y blasfeman en los encuentros de mujeres autoconvocadas. Irónico, ¿no?
   Va el artículo.




(87) Teléfono descompuesto: la Iglesia en Argentina promueve Marcha concebida con "ideología de género"


zorrosAlguna vez hemos suscripto la afirmación de que la imbecilidad es pecado, y esta vez volvemos a hacerlo, calurosamente.  Una de las versiones etimológicas sugiere que imbécil proviene de im-bellum (no apto para el combate), término con el que los romanos señalaban al que no era capaz de formar parte de las Legiones Romanas, por sus características físicas o mentales. Y efectivamente, creemos que debe ser pecado, sobre todo si esa incapacidad de combatir pone en grave riesgo la integridad de otros puestos a su cuidado, como pueden ser los niños no nacidos.
Hace ya varios años, viene advirtiéndose desde el boletín digital Notivida dirigido por la Lic. Mónica del Río (una de las católicas argentinas más aguerridas y tenaces en la defensa incondicional de la vida y dignidad humana) que el término “Femicidio” o “Feminicidio” es un término claramente ideológico, con el que los grupos feministas avanzan en la “conciencia popular” para instalar la ideología de género y su meta última: la legalización del aborto.
En una página feminista, ellas mismas reconocen que “El término Femicidio es político, es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista, y fue desarrollado por la escritora estadounidense Carol Orlock en 1974 y utilizado públicamente en 1976 por la feminista Diana Russell, ante el Tribunal Internacional de Los Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas.”
Declaran más adelante:
“Los objetivos que nos planteamos con nuestros Informes son los siguientes:
Realizar un aporte desde la sociedad civil para consolidar un proceso de desnaturalización de la violencia sexista, comenzando por el lenguaje, instalando la definición de Femicidio, tanto en los medios de comunicación como en la sociedad.”
(…)Es necesario considerar a la violencia sexista, como una cuestión política, social, cultural y de Derechos Humanos, solo así forma se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata.”
En el 2012, AICA (Agencia Informativa Católica Argentina), publicaba un informe de Notivida, acerca del avance del “femicidio” en el Congreso, notando que según las modificaciones que se intentaban introducir en el Código Penal (ya reformado mediante la ley 26.791), “matar a una mujer, a un gay o a un pedófilo sería más grave que matar a un varón heterosexual, sea niño, adulto o anciano.”
niunameniosSe señalaba allí que dadas las modificaciones de la Ley, “La única violencia que agrava la penalidad es la que responde al patrón hombre maltratador / mujer víctima, como si la mujer no pudiera ser victimaria. El juez no podrá reducir la reclusión perpetua cuando haya antecedentes de violencia y la víctima sea una mujer".  Dichas modificaciones -que se fundan en la ideología de género- son injusta y gravemente discriminatorias, y no hay que ser muy sagaz para ver que la Iglesia no puede aceptar semejante acepción de personas, partiendo de que la vida de una mujer (o de un hombre que se “autopercibe” como tal) es más valiosa que la de un hombre, sea de la condición que sea.
Por otra parte, miles de católicos medianamente formados e informados, saben perfectamente que bajo el término “femicidio” vienen agazapadas las banderas desplegadas del aborto, considerado como derecho inalienable de la mujer, pues se considera violencia de género el “riesgo” de muertes por abortos ilegales. 
Sin ir muy lejos, leemos el “inocente” titular de una noticia sobre el Encuentro (aquelarre) de Mujeres “Autoconvocadas” (sic) del 2014: “Aborto y femicidio, las claves del Encuentro Nacional de Mujeres”. Dejamos aquí el link para quienes tengan estómago.
Ahora bien, vemos que consecuentes con sus objetivos, esta tarde del miércoles 3 de junio, la asociación “La casa del Encuentro” (que se autodefine como Espacio de Lesbianas Feministas) ha convocado una “Marcha” hacia el Congreso bajo el lema “Ni una menos”.
volanteviolEsta marcha, según lo propuesto, apunta a que los legisladores y autoridades firmen un compromiso de cinco puntos:
1) la elaboración de un registro de estadísticas oficiales de violencia contra las mujeres y femicidios;
2) la creación de fueros regionales; que se reglamente la Ley sobre femicidio, con lo cual se está ya pidiendo la reglamentación del aborto, pues que “la mujer tenga derecho a decidir el número de embarazos” significa que tenga también derecho a “interrumpir” los no deseados. El carácter abortista de este pedido surge claramente del ya vigente Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable;
3) se asignen recursos para su implementación;
4) que se incorpore la temática en las escuelas;
5) que pueda crearse un ministerio “de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres".
En la Marcha se pedirá a la población asistente, convocada por una presunta causa noble - protección contra las mujeres víctimas de violencia- la firma de una planilla avalando el petitorio contra el femicidio, pero solapadamente y netamente abortista.
La próxima consigna de estas “buenas chicas” será Toda muerte por aborto clandestino es un femicidio.
Hasta aquí, las estrategias de siempre.Copio a continuación un video con sus habituales “cantos de sirenas", pidiendo a los lectores que presten especial atención al minuto ‘38: https://youtu.be/OwDVDepTQD4.
Ellas cuentan con medios, con el gobierno de turno, y con el Padre de la Mentira que las alienta: https://youtu.be/4nYH8xWuWqs.
Los grupos provida de nuestro país, han hecho algunas advertencias sobre la trampa, pero lo que no podemos calificar es  encontrarnos con la confusa noticia de que  “La Iglesia adhiere a la propuesta de rechazo al femicidio y comparte la consigna “Ni una menos””.   
La Comisión Episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar (Celaf) expresó hoy en un comunicado que “en la voz del Papa, la Iglesia argentina adhiere a la propuesta de rechazo al femicidio compartiendo la consigna de ‘Ni una menos’” que reunirá mañana, a las 17, a miles de personas frente al Congreso. Asimismo, eleva una oración a la Virgen de Luján, madre de todos los argentinos, para que “conduzca a la comunidad nacional hacia un compromiso profundo por el respeto de la mujer y el enaltecimiento de su rol social”.
volante niunamenos ¿Es posible que un organismo episcopal sea TAN inepto (o tan traidor) como para no saber a qué matadero están enviando a sus fieles, tomando consignas del enemigo, su lenguaje, sus banderas? Se utiliza de paso la palabra del Papa para promover la asistencia de los fieles, en un texto que si no fuera trágico, sería hilarante, por la ironía que supone.
Mientras que por ejemplo, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (de tradicional militancia de ultraizquierda), invita diciendo que “no se computarán asistencias en ninguno de los claustros”, los que dicen representar a la Iglesia, señalan
 “Valoramos asimismo el trabajo de tantas instituciones que dedican sus esfuerzos a la promoción y defensa de la mujer, alentándolos a continuar en este camino más allá de las dificultades.  Que la Virgen de Luján, madre de todos los argentinos, conduzca a la comunidad nacional hacia un compromiso profundo por el respeto de la mujer y el enaltecimiento de su rol social”.
Y sin quererlo, se está valorando a las “señoras” que se desnudan ante nuestros templos cada año blasfemando (verdaderas mentoras de la marcha), “alentándolas a continuar” para solidarizarnos con sus reclamos…¿Habrán leído el pasaje evangélico de no tirar perlas a los cerdos?
Por su parte, también el Consejo Nacional de la Acción Católica Argentina cree que en la Marcha se “hará visible el dolor de tantas mujeres víctimas de la violencia y será voz de quienes ya no pueden hablar porque murieron asesinadas”, y termina su Comunicado enfáticamente: “¡Basta de violencia contra la mujer! ¡Ni una menos! femicidio?
¡Valoremos y respetemos la vida siempre, de punta a punta!”,
aludiendo que cada mujer abortada debe ser también defendida. ¿Y a los varones abortados, quién los defiende? ¿Estamos todos locos, que entraremos en la perspectiva de género, para hacer también acepción de inocentes?
Algunos me dirán que veo todo muy negativo, pero honestamente, me avergüenza.
Si nuestros pastores nos instasen decididamente a marchar por los no nacidos, otro gallo cantaría. Pero ese tema no se toca abiertamente, porque “no es político”, y es preferible dejarlo en manos de agrupaciones aisladas, de unos cientos de laicos dispersos por el país que trabajan a pulmón. Porque en el fondo, muchos de ellos ya han perdido la fe, y con ella, la esperanza.
Ya sé que muchos se espantarán por este post, pero creo que no podemos ser tan ingenuos, y dejar que nos vendan gato por liebre.  A los “buenos-comprabuzones” les parecerá magnífico tomar “en el buen sentido” las consignas de la Revolución Francesa, pero yo creo que la Iglesia tiene suficiente con las banderas de su Rey.
Este tipo de componendas tibias, de conciliación con el mundo, en que se trata de aprovechar “un ministerio” en el reinado del Anticristo, puede merecer realmente el vómito divino.
volantes





 

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